2011 opinion publica
Reguillo.
Identidades Culturales y Espacio Público un
Mapa de Silencios.
El siglo xx fue una época excedente de sonido
como forma de eludir o invisibilizar
aquello que por obvio, vergonzoso o terrible no podía acceder a la palabra, los diferentes, no letrados, los negros, los incapaces fueron condenados al silencio (NEUMAN).
La voz del conquistador se levanto y los vencidos aceptaron el silencio como
una forma de sobrevivencia pero el silencio no era suficiente para preservar el
orden, el poderoso decidió probar con la mediación, los otros deberían estructurar su discurso ateniéndose a los
modelos del grupo dominante. El territorio de encuentro colectivo, el espacio público
se convirtió en un simulacro en donde decir diferencias, la palabra blanca,
letrada fortaleció su poder el transformar la condena al silencio en
participación regulada, in visibilizó al otro, lo domestico.
Escuchar
los silencios puede ayudar a situar la paz multicultural, no como no guerra o ausencia
de conflictos sino como una relación
posible de inclusión al otro. La hipótesis es que las violencias
acrecientan los dominios alimentándose del miedo y la incapacidad política de
los ciudadanos pensados de segunda.
El orden social preserva su sentido a través
de las Doxas, como las ha llamado Bordieu son verdades autoevidentes que se
instalan como sentido común, proveen un repertorio de verdades que nos
hacen actuar, Ej.: las mujeres son débiles, los niños deben callar y escuchar.
Este mecanismo adquiere hoy una importancia clave en el contexto de la
comunicación intercultural mediática, es su capacidad de convertirse en
discurso justifica torio para la exclusión de identidades. La doxa como discurso persistente sobre la norma (el debe ser) complica
la posibilidad de otorgarle un lugar a la diferencia. La negación del
acceso al espacio público de numerosos actores sociales trajo como consecuencia la separación de lo público y
lo privado, lo exterior (territorio masculino) como espacio importante y lo
interior (territorio femenino) como residual. Barman 1999: los que no alcancen los patrones de normalidad quedaran
excluidos fuera de los círculos,
este planteamiento cita a los planificadores urbanos de 1975, El pensamiento
excluyente del espacio publico trazo el parámetro de normalidad y quienes no se
apegaban a la norma eran confinados a la
muerte cívica (alejamiento geográfico), los enfermos, ancianos, mujeres. En
la expansión del mundo desde el periodo colonial hasta el siglo 19 los
cronistas y científicos consignaron la anomalía (los otros, los salvajes,
promiscuos, los inferiores).
Gobineau y Saint Vincent decían que los negros
eran brutos perezosos, los más diferentes y su gran ambición era comer,
pensamiento que caló hondo en los procesos de conformación de la diferencia.
Hay que analizar la historia para analizar
como en la actualidad los nuevos poderes globales siguen diciendo quienes son inviables,
y pese a que el discurso de exclusión se disfracen de civilidad el condenara la
otro a la muerte cívica no ha cambiado en lo sustantivo. No se puede pensar en
la paz sin hacernos cargo de la historia de las negaciones, como transformar
nuestra concepción de lo público en
donde lo privado no sea su contrario.
Políticas
de Identidad: entre la negación y el paternalismo.
La
identidad se construye con el otro diferente o igual, las identidades son históricas
y posibilita entender la reedición de las luchas étnicas o religiosas explica
la nesecidad de muchas comunidades de mostrarse ante el mundo en un esquema de
buenos y malos. Sobre la sociedad contemporánea Castells plantea que las identidades pueden
agruparse bajo dos lógicas: las
identidades defensivas : aquellas que ante los embates del mundo moderno desarrollan una defensa frente al entorno,
aquí ubica a las identidades defensivas indígenas y a las del renovado nazismo
europeo por ejemplo, ambas reaccionan ante ciertas amenazas pero hay una gran
diferencia mientras a las primeras se les niega el ser reconocidas
equitativamente en el espacio publico las otras tienen posibilidad de hacerse
gobierno. Las identidades de proyecto:
las que pasan de una defensa a una
actitud pro-activa, Ej.: móv. Feminista, ecologista. Esta historia cultural
explica las dificultades que experimentan las comunidades para transformar la
“identidad defensiva” en “identidad proyecto”, hay un pasado con carga de
símbolos de exclusión y condenas que no pueden eludirse para una paz mundial.
Las
identidades nacionales se tejieron a partir de las narrativas de la
consolidación hegemónica, proyecto de Estado nación se consolido mediante dos operaciones:
la negación y el paternalismo.
De la negación demonizarte, la cultura
dominante paso a la mirada condescendiente, aquella que le permitía al portador
de la verdad ayudar al diferente, significo desvalorizar su cultura y obligarlo
a aceptar la normalidad impuesta. La negación
de la cultura y el paternalismo sobre ciertos grupos sociales, aumento el
abismo de la comunicación intercultural y convirtió el aprendizaje de la
alengua del otro en un acto de dominación o sumisión.
Un
presente amordazado.
Cuatro
espacios fundamentales para pensar en sus arraigos empíricos(es
un resultado inmediato de la experiencia, se funda en la observación de los
hechos) y su relación con los procesos de interacción que hoy reclama la
sociedad interconectada:
La
familia: Ya no es la tradicional hoy en día tiene
distintas formas monoparentales, homosexuales, etc. , igual sigue teniendo
credibilidad , prestigio y el poder de socialización aquí se tejen los relatos que serán verdades orientadoras para actuar, la familia provee de códigos a veces apelando al temor al otro, a lo
diferente reduciendo la capacidad de apertura
y paz cultural.
La
escuela: Clave para la configuración de identidades
respetuosas pero no incorpora en su curricula temas de estos tiempos como los
derechos humanos, los medios de comunicación, la comunicación intercultural. Ha descuidado la socialización de un nuevo
ciudadano sensible, que analiza su cultura y lee los signos de exclusión. Eludir estos temas mientras se aceleran las
inequidades estructurales ayuda muy poco a la cultura de la paz.
La
ciudad: El exilio dentro de una ciudad es una
experiencia vivida por algunos que sienten el entorno poblado de amenazas, físicas
y morales. Ciudad y violencia se han
convertido en sinónimos, que va unido
del miedo, aportado por el relato del vecino, de los medios y que genera en
la comunidad una energía contra lo que percibe como enemigo. Se da el
crecimiento de grupos ,autodefensa de vecinos ”alertas” , estas redes se fundan en el
miedo y en la capacidad de descifrar las señales de amenaza, estos operadores se comportan con dosis de intolerancia, represión
y división social. ( GUTMAN Y REESE)
Los
medios de Comunicación: Los medios le disputan a las instituciones
tradicionales la hegemonía en la construcción de los sentidos sociales de la
vida.
La tv
se ha convertido en representante, gestora, crítica y juez, ha
transformado radicalmente la noción de visibilidad. (HABERMAS)
La
visibilidad (DEBRAY) se ha convertido en debate de movimientos sociales y un
problema para el sostenimiento de identidades y conflictos en el ámbito de la
“opinión publica” a la que se suele reducir a la anónima percepción ciudadana
de los acontecimientos locales o internacionales. La opinión publica es ese
fantasma que pretenden atrapar encuestas o es ese ciudadano que habita en la
imaginación de los políticos afanados en la captura de voluntades electorales,
es esa optimista valoración de la memoria y de la capacidad de hacer de las
sociedades.
La visibilizas
Ion de ciertos temas significa hoy la sobrevivencia de cualquier
movimiento social, mantenerse en el espacio de debate de los medios porque lo
que no pasa por la tv no existe. De ahí que ciertos poderes traten de oscurecer
o invisibilizar algunas problemáticas. Muchos movimientos sociales están
organizados en torno a la pobreza, desigualdad, injusticia y ya no son novedad
para los medios tienen que aportar muertos, acusaciones, para que adquiera interés
en los medios y su problema pueda ser visible para la “opinión publica”.
En esa búsqueda
por la visibilidad, por esos 15’
de presencia en los medios los movimientos encuentran su propia existencia efímera
(desaparecen o dejan de tener credibilidad).El lenguaje de los medios se
constituye hoy en una herramienta necesaria para la sobrevivencia. La
comunicación debería ser el primer vehiculo de socialización.
La paz no puede ser la ausencia de sonidos
sino las voces de todos.
Una cultura de la paz será posible si la
sociedad encuentra los mecanismos para realizar la vocación multicultural
truncada por el poder, los miedos, la costumbre de afirmar lo propio mediante
la negación de lo otro. En el debate por venir, va en juego la posibilidad de traer
un futuro en el que nadie pueda amordazar al otro. Escuchar los silencios puede
contribuir al desafió que implica volver inútil la opción por la violencia.
Entre paréntesis están los nombres de los
autores con los que se pueden comparar los textos.
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