2013 - Trabajo
practico final De Historia De Ideas Y Procesos Políticos - Teórico
Alumno.
Carlos Vazquez
Estado
Nación
Elija tres autores pertenecientes a una de las
cinco ideologías exploradas en clase. Exponga sobre las maneras en que cada uno
resuelve la emergencia/construcción de un estado nacional.
El ideario comunista de
la emergencia de construcción de un estado nacional la podemos encontrar en el
Manifiesto Comunista de Marx y Engels. La política es solo producto de la relación
de fuerzas de clases en un mundo material donde el estado es solo un
instrumento para la dominación de un estamento sobre otro, una vez desaparecida
esta explotación el estado no tiene razón de ser.
En este texto el autor
desarrolla las realizaciones del capitalismo, donde se consolida la burguesía
en un estado moderno y representativo. “Las
provincias independientes, ligadas entre sí casi únicamente por lazos
federales, con intereses, leyes, gobiernos y tarifas aduaneras diferentes, han
sido consolidadas en una sola nación, bajo un solo gobierno, una sola ley, un
solo interés nacional de clase y una sola línea aduanera”[1].
La nueva Nación/Estado
es mucho más útil para la burguesía, ya que después del establecimiento de la
gran industria y del mercado universal conquistó finalmente la hegemonía
exclusiva del poder político en el Estado representativo moderno. Podemos
indicar que en un primer momento existía una alianza entre proletariados y
burgueses para enfrentar al poder feudal que luego consolida plenamente a los
burgueses en este proceso político.
A consecuencia de esto,
el gran desarrollo capitalista que provoca el despertar de los obreros para
empezar a organizarse, contactándose entre sí en todos los centros industriales
o ciudades, denunciando y reclamando mejoras laborales, creándose así una clase
que se dispersa por toda la Nación. Empieza entonces una lucha política, una
lucha de clases que se ha observado en todas las sociedades, pero siempre con
acuerdos parciales sin romper con la opresión, “esta organización del proletariado en clase y, por tanto, en partido
político, vuelve sin cesar a ser socavada por la competencia entre los propios
obreros. Pero resurge, y siempre más
fuerte, más firme, más potente. Aprovecha las disensiones intestinas de los
burgueses para obligarles a reconocer por la ley algunos intereses de la clase
obrera” [2].
Para Marx y Engels la
única manera de erradicar este estado moderno en la que se basa el poder
político de la clase burguesa, es conquistando el poder con la revolución del
proletariado, despojando así, a los opresores de sus propiedades y medios de
producción en cada país, implantando una dictadura del proletariado. “El objetivo inmediato de los
comunistas es el mismo que el de todos los demás partidos proletarios:
constitución de los proletarios en clase, derrocamiento de la dominación
burguesa, conquista del poder político por el proletariado.[3], en todos los países en
donde se den las condiciones para esta revolución.
Estas sociedades
capitalistas motivaran rápidamente la formación de movimientos obreros fuertes
para tomar el poder y en aquellos en las que todavía no se instala el
capitalista desarrollista es necesario la lucha de la clase obrera por la revolución
democrática burguesa.
Es necesario despojarse
del estado burgués para terminar con la opresión de este dominio político, “el poder político, hablando propiamente, es
la violencia organizada de una clase para la opresión de otra”[4].
La burguesía se establece como clase hegemónica donde el estado organiza y produce
un consenso, solo a los intereses de la burguesía.
Marx sostiene la
imperiosa necesidad en la que le proletariado debe convertirse en clase
dominante, para ser el estado, “el primer
paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase
dominante, la conquista de la democracia. El proletariado se valdrá de su poder
para ir arrancando gradualmente a la burguesía todo el capital, para
centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir,
del proletariado organizado como clase dominante, y para aumentar con la mayor
rapidez posible la suma de las fuerzas productivas”[5].
Estos autores sostienen
que con el transcurso del tiempo, la desaparición de estado solo es posible
desterrando todo antagonismo de clase, “el
Estado perderá su carácter político. El Poder político, hablando propiamente,
es la violencia organizada de una clase para la opresión de otra. Si en la
lucha contra la burguesía el proletariado se constituye indefectiblemente en
clase; si mediante la revolución se convierte en clase dominante y, en cuanto
clase dominante, suprime por la fuerza las viejas relaciones de producción,
suprime al mismo tiempo que estas relaciones de producción las condiciones para
la existencia del antagonismo de clase y de las clases en general, y, por
tanto, su propia dominación como clase”[6].
Para Marx el estado es
una institución neutral alejada de los conflictos de clase, el Estado debe tener
poco protagonismo en estas cuestiones. El estado es entonces una herramienta de
las clases dominantes que tienen el poder para favorecerse, en este caso no es
neutral. Karl Marx y Friedrich Engels nos dan a entender que el estado
político, antes de convertirse en la forma de convivencia social de los
hombres, pasa a ser la continuación del estado de naturaleza, provocando las
desigualdades propias del capitalismo, que no representan los intereses de toda
la sociedad donde el estado lo único que hace es legalizar la supremacía y
dominación de una clase con sus intereses que le interesan.
Estos autores hablan de
estados modernos, como forma de dominación política que solo existe dentro del
capitalismo. Esto deriva a la formación de dos clases antagónicas, el
proletariado y la burguesa dentro de una formación económica social o ideología
materialista de dominados y dominantes.
JOHN LOCKE |
Para
este autor el hombre es pacífico en este primer estado, “mi deseo,
pues, de que me amen todos mis iguales en naturaleza, en toda la copia posible,
me impone el deber natural de mantener plenamente hacia ellos el mismo afecto.
De cuya relación de igualdad entre nosotros y los que como nosotros fueren”[7]y
el contrato social evita su corrupción en el estado de naturaleza para
disfrutar y beneficiarse de su propiedad privada que también debe proteger de
cualquier amenaza, punto fundamental en el pensamiento de Locke, “…el abandono de una condición que, aunque libre, llena está de temores y
continuados peligros; y no sin razón busca y se une en sociedad con otros ya
reunidos, o afanosos de hacerlo para esa mutua preservación de sus vidas,
libertades y haciendas, a que doy el nombre general de propiedad”[8].
Este es el principal
motivo que lo lleva a querer constituirse en un estado político. De esta base
parte el autor para afirmar que los hombres tienen la emergencia en la
construcción de un estado. “El poder político, y
derivarlo de su origen, debemos considerar en qué estado se hallan naturalmente los hombres todos, que no es otro que
el de perfecta libertad para ordenar sus acciones, y disponer
de sus personas y bienes como lo tuvieren a bien, dentro de los límites de la ley natural, sin pedir permiso o
depender de la voluntad de otro hombre alguno”[9].
Para que esto sea
posible los individuos, en una forma de prevención, firman una especie de pacto, donde renuncian a su poder individual
para pasar a estar bajo una ley natural regida por un soberano que velara bajo
las condiciones de un gobierno civil, protegiendo la vida y “…la preservación de su propiedad. Eso es lo que les mueve a abandonar uno
tras otro su poder individual de castigo para que lo ejerza uno solo, entre
ellos nombrado, y mediante las reglas que la comunidad, o los por ella
autorizados para tal objeto, convinieren. Y en esto hallamos el primer derecho
y comienzos del poder legislativo y ejecutivo, como también de los gobiernos y
sociedades mismas”[10].
Locke propone la división de poderes entre el
legislativo que crea las leyes, “El fin sumo de los hombres, al entrar en sociedad,
es el goce de sus propiedades en seguridad y paz, y el sumo instrumento y medio
para ello son las leyes en tal sociedad establecidas, por lo cual la primera y
fundamental entre las leyes positivas de todas las comunidades políticas es el
establecimiento del poder legislativo”[11]
y el ejecutivo que las ejecuta y un tercer poder el federal se encarga de las
relaciones internacionales.
Los
órganos que crean las leyes no pueden ser los mismos que las ejecutan para que
no se convierta en un gobierno tiránico y despótico. En el caso de juntarse
estos dos órganos, la parte contratante que es la sociedad, tienen derecho a
romper el contrato y revelarse contra el estado. Loke sostiene que el poder del
soberano debe estar controlado, “la confianza puesta en ellos
por la sociedad, y la ley de Dios y de la naturaleza, fijaron al poder
legislativo de cada comunidad política, en cualquier forma de gobierno:
Primero: Deberán gobernarse por leyes sancionadas y promulgadas, no en caso
particular alguno alterable, sino regla única para el rico y el pobre, el
favorito de la corte y el labrador en su labranza. Segundo: Dichas leyes serán
designadas sin más fin postrero que el bien popular. Tercero: No impondrán
tasas a la hacienda de las gentes sin el consentimiento de ellas, dado por sí
mismas o por sus diputados. Y eso en realidad concierne exclusivamente a los
gobiernos en que el poder legislativo no sufra interrupción, o al menos en que
el pueblo no haya reservado parte alguna del legislativo a diputados de tiempo
en tiempo escogidos por sí mismos. Cuarto: El poder legislativo no puede ni
debe transferir la facultad de hacer leyes a nadie más, ni transportarlo a
lugar distinto del que el pueblo hubiere determinado”[12].
Para Locke la propiedad
privada es un derecho natural antes de pertenecer al estado. Este autor simboliza la noción de estado que surge
en la concepción liberal de un guardián,
que vela por el orden público, que protege la propiedad individual de sus
miembros y a la vez juez y realizador del
derecho natural donde nadie puede perjudicar a otro en su vida, salud,
libertad o posesiones comprendida a través de la razón. Así el estado
es el ámbito superador de los egoísmos que corresponden a la sociedad civil o
estado de naturaleza según corresponda.
ADOLF HITLER AUTOR DEL LIBRO MI LUCHA |
Pretendía eliminar toda
raza, que pudiera ensuciar a la raza nazi en cualquier orden. "Todo
cruzamiento de razas conduce fatalmente, tarde o temprano, a la extinción del
producto híbrido mientras en el ambiente coexista, en alguna forma de unidad
racial, el elemento cualitativamente superior representado en este cruzamiento.
El peligro que amenaza al producto híbrido desaparece en el preciso momento de
la bastardización del último elemento puro de raza superior”[14].
Dentro
de esta Raza sanguínea, Hitler solo incluye en esta construcción
de estado a los más aptos, acompañados
de una formación mental, física y militar para constituirse en ciudadano de su
país y constituir una raza ideal, perfecta, pero también hay una depuración
dentro de este planteo de raza superior, “Deben procurar que sólo engendren hijos
los individuos sanos, porque el hecho de que personas enfermas o incapaces
pongan hijos en el mundo es una desgracia, en tanto que el abstenerse de
hacerlo es un acto altamente honroso”. En esta construcción también abarca la importancia
de la educación en todos los niveles, generando profesionales jóvenes en campos
específicos.
También introduce el principio del
Pangermanismo, que pretendía generar la unión de todos los alemanes y sus
descendientes para constituir la Gran Alemania. "La Austria
germana debe volver al acervo común de la patria alemana, y no por razón alguna
de índole económica. No, de ningún modo, pues, aun en el caso de que esa unión
considerada económicamente fuese indiferente o resultase incluso perjudicial,
debería llevarse a cabo, a pesar de todo. Pueblos de la misma sangre
corresponden a una patria común"[15].
Estos argumentos no solo justifica la eliminación de agentes ajenos a la
raza, sino también justifican la toma del poder por parte de los más fuertes
quienes pelearan por ser el más capaz para gobernar, así se justifica un poder en
manos de un líder que sea parte del pueblo que conozca sus miserias y sepa profundamente
todos sus males, para guiarlos por el mejor camino como autoridad, potenciados
por la fuerza, la popularidad y la tradición.
Dentro de la
organización de este estado, justifica el protagonismo de las fuerzas
partidarias armadas, denominadas SA del ejército y las milicias, para defender
los ideales del partido nazi, que son los mismos de la nación, justificando un
régimen de partido único.
“Un joven movimiento que
se impone como finalidad la reconstrucción del Estado alemán con soberanía
propia, debe por entero concentrar su actividad en la tarea de ganar la
adhesión de las masas. Desde el punto de vista netamente militar, será de fácil
comprensión, ante todo para un Oficial, el hecho de que una guerra exterior no
puede ser factible con batallones de estudiantes, sino que además de los cerebros
de un pueblo, es menester también de sus puños”[16].
Como habíamos
mencionado anteriormente la política antisemita postulada por Hitler, está
ligado también al trabajo improductivo del judío, que solo vive de deudas y especulaciones
sobre los demás. “El judío fue siempre un parásito en el
organismo nacional de otros pueblos"[17]. El principal causante de todos los males de Alemania
lo constituían los judíos, produciendo una campaña de repudio y persecución que
resulto muy eficiente, "Como el judío jamás poseyó una
cultura propia, los fundamentos de su obra intelectual siempre fueron tomados
de fuentes ajenas a su raza, de modo que el desarrollo de su intelecto, tuvo
lugar en todos los tiempos dentro del ambiente cultural que le rodeaba. Nunca
se produjo el fenómeno inverso"[18].
BIBLIOGRAFIA
Recursos electrónicos
-
Hitler,
Adolf. (1925). Mi lucha. Edición
digital del sitio web anti-sionista Radio Islam. www.radioislam.arg (visualizado 2 de
agosto 2013) http://www.radioislam.org/historia/hitler/mkampf/pdf/spa.pdf
-
Locke, John. (1689). Tratados sobre el gobierno civil, edición
digital www.paginassobrefilosofía.com (visualizado julio 23 de 2013) http://www.paginasobrefilosofia.com/html/Locke2/prelocke.html
-
Marx, Karl. Y
Engels, Friedrich. (1848).
Manifiesto del Partido Comunista, Ediciones
Eléctricas Iskra, 1999. http://investigacion.politicas.unam.mx/teoriasociologicaparatodos/pdf/Teor%EDa%201/Marx,%20Engels%20-%20Manifiesto%20del%20partido%20Comunista.pdf
(visualizado julio 22, 2013)
[1] Marx, Karl. Y Engels,
Friedrich. (1848). Manifiesto
del Partido Comunista, Ediciones Eléctricas Iskra, 1999, p.13. http://investigacion.politicas.unam.mx/teoriasociologicaparatodos/pdf/Teor%EDa%201/Marx,%20Engels%20-%20Manifiesto%20del%20partido%20Comunista.pdf
(visualizado julio 22, 2013)
[3] Marx, Karl. Y Engels,
Friedrich. (1848). Manifiesto… Op. Cit.,
p. 23.
[4] Marx, Karl. Y Engels,
Friedrich. (1848). Manifiesto… Op. Cit.,
p. 31
[5]Marx, Karl. Y Engels, Friedrich. (1848).
Manifiesto… Op. Cit., p. 30.
[6] Marx, Karl. Y Engels,
Friedrich. (1848). Manifiesto…
Op. Cit., pp. 31 - 32
[7]
Locke, John. (1689). Tratados sobre el
gobierno civil, edición digital www.paginassobrefilosofía.com
párrafo. 5 (visualizado julio 23 de 2013)
http://www.paginasobrefilosofia.com/html/Locke2/capitu2.html
[8]
Locke, John. (1689). Tratados sobre el
gobierno civil… Op. Cit., párrafo.
123. http://www.paginasobrefilosofia.com/html/Locke2/capitu9.html
[9]Locke, John. (1689). Tratados sobre el gobierno civil… Op. Cit., párrafo 5. http://www.paginasobrefilosofia.com/html/Locke2/capitu2.html
[10]
Locke, John. (1689). Tratados sobre el gobierno civil… Op. Cit., párrafo 127
[11]
Locke, John. (1689). Tratados sobre el
gobierno civil… Op. Cit., párrafo.
134. http://www.paginasobrefilosofia.com/html/Locke2/capitu11.html
[12]
Locke, John. (1689). Tratados sobre el
gobierno civil… Op. Cit. párrafo.
142.
[13]
Hitler, Adolf. (1925). Mi lucha.
Edición digital del sitio web anti-sionista Radio Islam. P. 53. www.radioislam.arg
(visualizado 2 de agosto 2013) http://www.radioislam.org/historia/hitler/mkampf/pdf/spa.pdf
[14]
Hitler, Adolf. (1925). Mi lucha… Op. Cit P. 67.
[15]
Hitler, Adolf. (1925). Mi lucha… Op. Cit P. 4
[16]
Hitler, Adolf. (1925). Mi lucha… Op. Cit P. 58
[17]
Hitler, Adolf. (1925). Mi lucha… Op. Cit P. 54
[18]
Hitler, Adolf. (1925). Mi lucha… Op. Cit P. 54
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