Trabajo
Práctico N° 3: Pregunta Transversal sobre Formación
En esta oportunidad les pedimos
que, en los mismos grupos con los que reflexionaron sobre la pregunta
transversal respecto a Campo y Tendencias pedagógicas, trabajen colectivamente
en la elaboración de un escrito que dé cuenta de lo siguiente:
A partir de las lecturas de los
textos, ¿Qué elementos aporta las condiciones de una teoría crítica que
fundamentan la categoría FORMACIÓN y la distinguen de Educación? Para tal fin
identifiquen las líneas de posicionamiento teórico-conceptuales a la que los
autores adscriben. Luego seleccionen por lo menos dos autores que consideren
relevantes para pensar su propia experiencia de formación.
El elemento fundamental que
aporta una teoría critica, es problematizar que el sujeto se forma a sí mismo, comenzamos
hablando de situaciones de creación para poder considerar su potencialidad,
esto de poder pensar ciertas cuestiones que
hacen a lo educativo, desde distintas orientaciones pedagógicas
conviviendo al mismo tiempo que
complejizan el campo pedagógico. Esta relación teoría-practica donde más allá
de explicar o considerar que el sujeto
solo debe comprender algo, que lo hará mejor, generar un tipo de sujeto, no
implica que no tengamos una lógica, un
posicionamiento para pensarlo de otra forma o pensar otras opciones. Aquí
entran en juego categorías como la de reconocimiento, que hagamos del otro,
como decíamos, pensar en que el sujeto debe comprender algo para ser mejor o
creer que se pueden pensar otras cosas, potenciar su formación para poderle
permitir apropiarse de otras cuestiones, que siempre se tensionan y complejizan
en esta categoría de formación y la distinguen de educación. Enfrentar los
sentidos implícitos en las prácticas ofrece un modo de definir la formación
posible, aprender a trastocarlos, desde el interior de los espacios de vida,
imprimiéndoles otros sentidos. Solamente el individuo tiene posibilidades de establecer
el control de la ejecución de aquellas prácticas estimulantes de sus potencias,
distinguiéndolas de las que tienen a suprimirlas o debilitarlas afirma
LIZARRAGA.
Reconocer además los
posicionamientos epistemológicos post críticos
como Larrosa, que dentro del terreno de lo subjetivo plantea un análisis de las
practicas pedagógicas, en términos tan personales, tan individuales, desde la categoría
de experiencia que posibilita ampliar cuestiones reduccionistas, como las de condición
clase que ya vimos con Buenfil Burgos
para poder leer distintas dimensiones y analizarlas. Cuestiones como polos de
identidad o producciones de conocimiento, de interpelación, que también tienen
en cuenta este reduccionismo pero que no es la única determínate para pensar
los procesos de formación de los sujetos. De Larrosa es importante la categoría
de experiencia para ubicar al educador y
a ese educando en una doble dialéctica en un proceso donde la tensión esta
entre el sujeto de la educación, con un rol ya no fijo, pero a la vez, sumado
la idea del educando desde la
experiencia, como algo que va cambiando, como flujo, problematizándolo en la práctica.
Aquí también es relevante la categoría de sobredeterminación que posibilita el
ingreso de un montón de situaciones subjetivas para poder analizar prácticas
educativas desde la lógica de sobredeterminación, explicar porque, esa práctica
la consideramos así, cuales son los actores y las categorías que podamos ver,
para poder ver a la formación desde un lugar y no de otro, un posicionamiento
que charlamos con el texto de Larrosa de relatividad, cuestiones que dependen
de un elemento que aporta para las condiciones de una teoría critica, que
fundamenta la categoría de formación de otras líneas epistemológicas como las
tradicionales o conservadoras que tiene como fin único generar un sujeto
instruido sin tener en cuenta condiciones socio culturales y de contexto de los
sujetos.
Ahora bien, también podemos
hablar de las condiciones de transmisión, donde cuesta pensarlo si todo es tan
relativo, complejizando lo post crítico. En el texto de Dicker, se aborda la transmisión
no como lo habíamos hecho desde las posiciones conservadoras o de reproducción sino
que lo recupera desde un tratamiento más amplio entendiendo la categoría de transmisión
como la que también posibilita aquello
que se adquiere, también se puede pensar como algo distinto donde el sujeto se
puede apropiar de esa transmisión, incorpórala y resinificarla, viendo a esta categoría
en esta dinámica de dialéctica dentro de la formación de los sujetos. En ese
contexto es interesante, para poder distinguir un efecto formativo de una práctica
educativa, que sucede en el plano de interpelación para que suceda un proceso
formativo donde una práctica educativa necesariamente debe generar un efecto educativo, entonces es
relevante considerar desde Larrosa la relación de relatividad, del cual ya
hemos hablado, para poder analizar lo que le pasa al sujeto, donde no toda
experiencia es formativa, esta lucha entre los realizable, lo necesario, lo
posible, lo potencial, como construcción del provenir, según LIZARRAGA. En este
punto es importante agregar lo charlado en el texto de Meirieu, que es
imposible en términos de formación poder constituir a ese otro, donde aparece además
la incertidumbre del rol del educador que ya no tiene un dominio absoluto sobre
el otro, provocando una dimensión incalculable sobre la formación del sujeto.
Dentro de los posicionamientos teóricos-conceptuales
desde autores con Apple y Larrosa hay una zona compartida entre la experiencia
y las proscriticas que tiene que ver con el reconocimiento, que tratamos más
adelante. Larrosa manifiesta la necesidad de trabajar la condición de opresión
de los sujetos, ampliando esta problemática, diferenciándose de las teorías
críticas que se han quedado en la enunciación, donde estos tiempos de
postmodernidad, de fluidez, obligan a repensar, que pasa con la formación de
los sujetos. Entonces habilitar otros modos de enunciación, dar visibilidad a
otras problemáticas tan importantes como la subjetividad de los sujetos, poder
pensar en otros colectivos que dieron visibilidad a ciertas discusiones y a
otras formas de atravesamiento que también son formativas, hay otras formas de
leer las problemáticas sociales y culturales. En este tratamiento LIZARRAGA dice que el individuo está inserto en una matriz socio-histórica que condiciona
su formación, que es la resultante de la articulación de procesos socio- histórico
e individual donde el primero actúa como proceso condicionante y el segundo
como procesos de especialización de la formación del individuo.
Este posicionamiento nos permite
leer dentro de la escuela otros discursos que atraviesan y construyen otros
polos de identidad, de subjetivación, que no solamente tiene que ver con la condición
de clase, sino dentro de ese contexto, lo que pasa y atraviesa al sujeto, lo
que lo constituye, un aporte desde los post critico junto a un giro discursivo
para leer otras realidades, como las de género, pueblos originarios que ahora están
puestas en juego, donde la referencia fija del educador-educando está mucho más
difusa. Estos condiciones son muy relevantes para la categoría de formación
donde, como hemos expresado, la voz del educador no es lo único que interpela
al educando, ya no existen roles fijos, sino que hay otras condiciones puestas
en juego, para considerar la formación.
Retomando a LIZARRAGA, afirma que
la formación no es solo algo individual sino una articulación con procesos
socio-histórico. La formación como instancia valiosa en la dialéctica entre
enseñanza y aprendizaje, donde la formación es lo que el sujeto hace con
aquello que recibe, el resultado de un proceso que se da en forma permanente en
todos los ámbitos sociales.
Bibliografía
·
Apple, Michael (1996). “Prefacio y capítulo 1
“Educación, identidad y patatas fritas baratas”. En: Política cultural y educación. Buenos Aires: Ediciones Morata.
·
Dicker, Gabriela (2004). “Y el debate continúa
¿Por qué hablar de transmisión?” En: La
transmisión en las sociedades, las instituciones y los sujetos. Un concepto de
la educación en acción. Buenos Aires: CEM Novedades educativas.
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Etcheverry, Guillermo J. (2000). “Introducción y
Epílogo” En: La tragedia educativa.
Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
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Larrosa, Jorge (2003) “Algunas notas sobre la
experiencia y sus lenguajes”. En: Conferencia
La experiencia y sus lenguajes. Dpto de Teoría e Historia de la Educación,
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Lizárraga Bernal, Alfonso (1998) “Formación
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Mèlich, Joan – Carles (2000) La educación como acontecimiento ético.
Editorial Paidós, Buenos Aires. Introducción.
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Silber, J. Prácticas formativas (o acerca de la
recuperación de un espacio de producción oculto). En Revista Nodos, año 2003,
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